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Encuesta: ¿Serías un buen responsable de seguridad aérea?

Posted in Anécdotas de segurata with tags , , , , , , , on 7-julio-2010 by cheguratagiik

Imaginemonos por un momento que te toca decidir, tu eres el jefe. Trabajas para una famosa empresa de aviación española cuyo nombre no voy a revelar (no quiero que me demanden, digamos que empieza por «IB» y acaba en «RIA», tal vez tenga una «E» por en medio… pero no estoy seguro) y estamos en el año 2000. Todos los datos de la encuesta son datos reales obtenidos a base de trabajar 12 meses en una de las zonas industriales de la empresa (no en el propio aeropuerto, pero si a menos de 2000 metros), primero como «Servilleta» (auxiliar de seguridad) y luego como «Vigilante de Jamones» (VJ en la chapita del uniforme… no es broma, realmente había una chapita con las letras VJ, supongo que como reminiscencia del antiguo nombre de esta profesión: Vigilante Jurado).

Comencemos la encuesta, supongamos que eres jefe de seguridad y…

  1. Tienes que motivar a un vigilante que se encuentra haciéndo un turno de diez y séis (16) horas en un hangar, le dices que:
    • A) Procure no aburrirse demasiado y que no sufra por hacer de estatua en el centro del hangar, que dentro de poco se instalará un sistema de cámaras avanzado y su trabajo ya no será tan aburrido ya que irá a puestos menos absurdos.
    • B) Que procure no quedarse dormido e intente no ser atropellado por un camión o tractor.
    • C) Que deje de hacer cosas innecesarias e intrascendentes (intentar no aburrirse mirando hacia las pistas, ir al servicio 2 minutos en 8 horas, etc) y que se quede quieto en el centro de una puta vez, que hasta un chimpancé amaestrado podría hacerlo mejor.
  2. Se monta un sistema de cámaras para controlar los hangares, usted decide que…
    • A) Debe ser un sistema de cámaras con sensores infrarrojos, de movimiento y zoom avanzado, combinando cámaras fijas en las zonas clave y móviles, tanto automáticamente como de manera manual. Todas las cámaras deberán alertar cuando algo se mueva dónde no debería moverse y graben todo en varios discos duros.
    • B) Aceptará lo que traiga el operario que las instala y se adaptará lo mejor que pueda con lo que hay, sin quejarse. Apuntará las cámaras a las entradas y salidas, además de las zonas importantes.
    • C) Colocará tres cámaras (las más baratas que haya) para un hangar de 8000 metros cuadrados, una apuntará al techo (por si nos atacan los aliens) y dos a las máquinas de vending, no vaya a ser que un mecánico cabreado por los habituales fallos de esas máquinas decida tomarse la justicia por su mano y se lleve la cena gratis. Colocará a un empleado de una subcontrata de una subcontrata de otra subcontrata a controlar las cámaras usando unos monitores viejos y desvencijados y le prohibirá expresamente comunicarse con el resto de los vigilantes, no vaya a ser que entablen amistad y dejen de denunciarse mutuamente cuando alguno incumpla alguna de las disparatadas normas de seguridad. Finalmente, para controlar las entradas y salidas del hangar, colocará al vigilante de antes (AKA: Chimpancé amaestrado que se aburre) en el centro del hangar, como una estatua, haciendo como que vigila.
  3. Debe usted redactar el manual de seguridad para todos los vigilantes, por lo que…
    • A) Decide crear una intranet visible desde todos los puntos de vigilancia con un manual dinámico que va creciendo según las necesidades y una Wiki para que cada miembro del personal ayude a mejorarlo. Ya que se pone, también crea un sistema de comunicación y mensajería entre los puestos para no depender del teléfono, que falla que da gusto.
    • B) Crea un manual para cada puesto (plastificado) en el que se explica de forma clara y sencilla que hacer y a quién avisar en caso de marrón.
    • C) Crea una lista de normas y las fotocopia, luego las deja en cada puesto. Las normas son las siguientes: Prohibido hablar, prohibido sentarse, prohibido enborracharse y prohibido comer en público (se sugiere comer EN EL RETRETE). El resto de datos de importancia (como que hacer en cada uno de los puestos de vigilancia) se debe transmitir de MANERA ORAL por parte de los veteranos a los compañeros nuevos que realizan por primera vez un turno en cada puesto.
  4. Le encargan que vigile la recarga de combustible de las «cubas» (camiones para repostar a otros vehículos en la pista), usted decide enviar a…
    • A) Un auxiliar de servicios, no hace falta más.
    • B) Quién sea, pero a ser posible que esté cuerdo y/o no tenga en su historial robos de gasolina.
    • C) A un vigilante armado, que ya sabemos todos lo bien que que se llevan las armas de fuego y los tanques de gasolina de 5.000 litros.
  5. Debe usted elegir a dos responsables, usted decide…
    • A) Realizar test psicológicos y de aptitudes, además de revisar los expedientes de cada persona candidata.
    • B) Si los dos veteranos con más experiencia parecen estar cuerdos y tener el respeto de sus compañeros elegir a esos dos.
    • C) Si los dos veteranos con más experiencia no tienen el respeto de nadie, uno de ellos es una bola de grasa que come dos fabadas diarias y parece retrasado mental, y el otro es un extraño personaje con risa psicótica que hace turnos de 18 horas por que parece deber dinero a la mafia rusa y le gusta pegar su cara a la ventana de la garita principal (situada bajo una pasarela de acceso) para ver las bragas a las azafatas, elegir a estos dos.
  6. Tiene usted el presupuesto justo para construir todas las garitas blindadas, pero sólo para unos pocos aires acondicionados. Decide…
    • A) Diseña usted mismo un software que le ayuda a decidir garitas son las optimas para ser blindadas y cuales no, ajustando los costes de tal manera que hasta le sobra para instalar un sistema de VozIP para todos los puestos, además de todos los AA.
    • B) Construir sólo las exteriores blindadas, las interiores normales y ponerle AA a todas. Se queda sin presupuesto para dos de ellas, pero como los turnos son rotativos no es grave. Finalmente encuentran dos aparatos viejos en un descampado cercano y el problema se soluciona de milagro.
    • C) Desaparece el 75% del presupuesto, con el restante blinda la garita principal parcialmente, es decir, las partes que ven los directivos (los laterales al pasar con sus coches) se blidan, mientras que el frontal (que da a la calle) se deja con una puerta de aluminio y un cristal normal y corriente. Todas las demás garitas se dejan de plástico y se instalan los aíres acondicionados más baratos que encuentre, sacando varios de ellos de un vertedero cercano. No funcionan la mayoría, pero quedan la mar de cucos.
  7. Está usted en presencia de uno de los vigilantes y acaba de cruzarse con uno de los cargos medios que están por debajo de usted y por encima del vigilante, usted…
    • A) Le pregunta al vigilante si ha visto el nuevo Iphone 4 y/o Google Nexus One y que opina.
    • B) Le pregunta al vigilante que tal le va el trabajo y si se aburre mucho.
    • C) Delante de vigilante y a espaldas del cargo medio se descojona de la persona con la que se acaba de cruzar, llamándole inepto (entre otras muchas cosas).
  8. Quiere usted controlar el estado de uno de los puestos de vigilancia, usted…
    • A) Se conecta por webcam y comprueba que está el vigilante, luego le saluda por el sistema de VozIP que conectó anteriormente.
    • B) Pasea hasta el puesto y saluda al vigilante.
    • C) Se aproxima a una velocidad endiablada con su Clio blanco de empresa y tan pronto como tiene al alcance visual la garita deja de mirar a la carretera y fija sus ojos en el vigilante, gira el volante bruscamente para entrar por el control de accesos sin dejar de mirarle, impacta a 30Km/h contra un portón de acero que no vío y que normalmente no está cerrado, el cual sale disparado sobre sus bisagras hacia un muro de hormigón, golpeándolo con un monstruoso estruendo. Ignora que su Clio se acaba de quedar sin radiador, luces, parachoques y otras chorradas sin importancia y  salta del coche, y pasando junto a una azafata que se ha quedado blanca (y que acaba de ver su vida pasar ante sus ojos al darse cuenta de que un gigantesco portón de acero ha estado a punto de aplastarla), entra de un salto en la garita, señala con el dedo al vigilante y, con la cara desencajada, grita: «¡ESTÁS SENTADO! ¡TE HE PILLADO! ¡TE VAS A CAGAR!».
  9. Se presenta en la zona acompañado de unos amigos, usted…
    • A) Les cuenta lo bien que funciona todo gracias a los avances tecnológicos que ha instalado.
    • B) Se va al puesto en el que esté el vigilante más gracioso (o la mejor máquina de café) y se pasan media hora contando chistes.
    • C) Se da una vuelta con aires chulos hasta que encuentra a un vigilante en un «renuncio», no importa lo pequeño que sea (por ejemplo, una chica que está en un hangar y ha entrado tres minutos a los servicios de dicho hangar por que tiene la regla). Acto seguido procede a humillarla públicamente, vejarla y asegurarle que tras realizar una llamada telefónica no sólo la despedirán, sino que JAMÁS volverá a encontrar trabajo. Acto seguido cumple su amenaza con ella presente (lo que usted no sabe es que a pesar de que sus lacayos de la compañía de seguridad le dijeron que estaba despedida y «en la lista negra» en realidad la trasladaron a un sitio mejor, pero eso ahora da igual, usted ha quedado como un ser todo poderoso ante sus amigos, que admiran la calidad de su testiculina).
  10. Se le ocurre que tal vez fuera buena idea revisar los vehículos que entran y salen de los parkings para empleados, usted decide que…
    • Se instale un sistema de alta tecnología para vehículos el cual compruebe las matrículas de todos los coches que entran y salen y memorice la altura de la suspensión de todos los coches. Si alguno tiene más carga de la habitual se obligará al conductor a mostrar el maletero al vigilante.
    • Se realicen fondeos aleatorios en un 25% de los vehículos que entran, no es una táctica eficaz pero al menos permite asustar a un observador externo con la certeza de que hay una posibilidad razonable de que le pillen introduciendo algo en la zona.
    • Se dan órdenes a los vigilantes para que revisen los maleteros de todos los vehículos QUE SALEN de la instalación, no vaya a ser que un empleado cabrón robe algo. Los coches que entran se ignoran, total… ¿quién va a querer meter algo escondido en una zona industrial que TIENE ACCESO DIRECTO A LAS PISTAS DE BARAJAS?

Resultados:

  • Predominancia «A»: No nos engañe, usted no ha trabajado nunca en seguridad, y además seguramente usted es informático. Este trabajo no es para usted.
  • Predominancia «B»: Usted podría ser un gran responsable de seguridad, si no fuera por que probablemente el puesto ya lo ha cogido el sujeto tipo «C».
  • Predominancia «C»: No nos engañe, usted YA ES JEFE DE SEGURIDAD de la citada empresa. Tal vez debería dejar de ocultar sus tendencias homosexuales reprimidas para llevar una vida más relajada.

Todos estos datos, como dije antes, han sido extraídos de la experimentación directa en el año 2000. Supongo que tras el 11 de septiembre de 2001 algo debió cambiar… o tal vez no, afortunadamente ya no estaba allí para averiguarlo.

La importancia de usar buenos acrónimos

Posted in Anécdotas de segurata with tags , , on 19-May-2010 by cheguratagiik

1:30 am, un día cualquiera de verano. El coche de la empresa sube por la A-6 y a la altura del kilómetro 14 se desata la tragedia. A los mandos un compañero conocido como «El Rico», en el asiento de la derecha yo.

Mi compañero dijo: «pues va siendo hora de cenar» y me lanzó el móvil de la empresa. Mientras yo lo capturaba en el aire a duras penas le pregunté: «¿Y que hago? ¿Me lo como?». Su respuesta fue sencilla: «no, llama a la gasolinera».

Navegué por los menús del teléfono mientras él seguía conduciendo y en la agenda no encontré nada que se pareciera a «Gasolinera», así que seguimos con la conversación:

Cheguratagiik: – Oye, que aquí no hay ninguna gasolinera

El Rico: – C.G. algo, así está en la memoria.

C: Ah, gracias.

Lo selecciono, pulso el botón verde y me arranca el teléfono de las manos. «Hablaré yo» dijo El Rico mientras se reía.

A continuación lo lógico habría sido transmitir el mensaje, un mensaje sencillo, un mensaje claro, un mensaje que no podría ser confundido. El mensaje tendría que haber sido algo parecido a «Amigo mío, por favor, enciende el horno y mete una de las barras en él, que cuando lleguemos queremos tener pan crujiente y calentito. Gracias«.

Pero no, no fue ese el mensaje; El Rico, mientras seguía conduciendo y se descojonaba, decidió realizar ligeras variaciones al mensaje, así que tan pronto descolgaron, antes siquiera de que nadie pudiera contestar, se puso a gritar como un poseso la siguiente frase:

«¡TU! ¡PICHABRAVA! ¡QUE LA PREPARES YA BIEN GORDA Y BIEN CALENTITA! ¡CUANDO LLEGUE ME LA QUIERO METER ENTERA DE GOLPE!».

Siguió riéndose durante dos segundos más, luego la risa cesó de golpe, se le puso cara de diarrea cerebral y balbuceo timidamente una disculpa que creo recordar que era algo parecido a: «Perdone señorita, nos hemos equivocado».

Inmediatamente después de colgar me miró con cara de odio y me lanzó el móvil mientras me preguntaba que «a quién coño habíamos llamado». Lo comprobé y vi el error, yo había marcado a «G.C.Rozas» y en realidad debería de haber marcado «G.C.Matas».

¿La diferencia entre ambos acrónimos? Pequeña, como se puede ver a continuación:

  • G.C.Matas = Gasolinera de la Carretera de las Matas.
  • G.C.Rozas = cuartel de la Guardia Civil de las Rozas.

Cualidades telepáticas… o algo así

Posted in Anécdotas de segurata with tags , , , on 21-octubre-2008 by cheguratagiik

Hace unos tres años o algo más, cuando terminé mi turno de trabajo con el coche (7:00 am) decidí quedarme hasta las 8:30, momento en el que abrían el departamento de personal, para solicitar un anticipo y luego irme a dormir. Gracias a esta decisión tuve la oportunidad de ver actuar en persona a uno de mis apañeros más afamados gracias a sus grandes habilidades para escaquearse de todo (cuyo nombre real no diré, obviamente).

Cuando todos mis apañeros volvían a casa pregunté dónde estaba el apañero del turno de día (sólo había uno por las mañanas) y me dijeron: «seguramente en su casa, ya hemos desviado el móvil de la empresa al suyo personal». Efectivamente, la primera llamada del día le pilló en la ducha, como era de esperar.

Cuando llegó una hora tarde, sobre las 8 de la mañana, empezó el espectaculo. Se supone que nuestro trabajo era (entre otras cosas) acudir cuando saltaba una alarma y abrir a la Policía Nacional o el cuerpo de seguridad que fuera necesario para arreglar el problema o verificar la falsa alarma.

A las 8:10 le llamaron, pasó de ir, a las 8:20 le volvieron a llamar, tampoco fue; y a las 8.45 se repitió la llamada, también pasó completamente. Los estractos de las conversaciones fueron algo muy parecido a esto:

Llamada 1:

Hola, soy XXXX, te llamo de la C.R.A. (Central Receptora de Alarmas), que ha saltado la alarma de incendios en la empresa XXXXXXX y…

– ¿Y a mi qué coño me dices? ¡Llama a los bomberos! – CLICK (colgó el teléfono).

Llamada 2:

Hola, soy yo de nuevo, no me cuelges esta vez como de costumbre, que parece que es de verdad.

– ¿Qué pasa ahora?

Pues que ha saltado otra alarma de incendio en la habitación que está justo al lado de la anterior y…

– ¡PUES LLAMA DE NUEVO A LOS BOMBEROS, JODER! – CLICK

Llamada 3:

Hola de nuevo, que ha saltado la alarma de inundación o fuga de agua.

– ¿Ves? Eso significa que los bomberos ya han llegado y lo están apagando

¡¿QUÉ?!

– Venga, hasta luego, si es que si no fuese por mi no se que sería de vosotros… – CLICK

¿Tolerancia? ¿Eso qué es?

Posted in Anécdotas de segurata with tags , on 19-octubre-2008 by cheguratagiik

Ayer, tras una reunión familiar en la que salieron algunos temas «ligeramente retrógados» (uno de mis primos opina que todas las mujeres, menos las gitanas, son unas putas por que se acuestan con él en la primera cita, además de autodeclararse racista, xenófogo y alguna que otra barbaridad más) no pude evitar acordarme de una extraña conversación con un compañero de trabajo hace algunos años.

Nos encontramos en el autobús de camino al trabajo y yo le conté una noticia que acababa de leer sobre el gobierno de Berlusconí (prentedía fichar a todos los inmigrantes, nada comparado con lo de ahora…). Sorprendentemente para mí, a él le parecía bien. No pude evitar contestarle lo siguiente:

– Esto… yo no quería tener que decírtelo, pero…

– ¿Qué?

– Pues… verás me cuesta decirlo, tal vez tu ya lo sepas…

– ¿Pero qué?

– Pues… ¡QUÉ TU ERES NEGRO, JODER!

– Ya, ya lo se.

– ¿Entonces?

– Es que todos los que vienen detrás de mi son peor.

No pude contestar nada a eso, casi sufrí una parálisis cerebral. Lo absurdo de esta conversación es que ocurrió apenas unas semanas más tarde que este desastre. En fín, tampoco era tan sorprendente teniendo en cuenta que cada vez que me tocaba coger el coche que esta persona había utilizado el día anterior siempre encontraba sintonizada la COPE.

El abuelo, el negro y el enano

Posted in Anécdotas de segurata with tags , on 17-octubre-2008 by cheguratagiik

Hace aproximadamente 4 años trabajaba en una de las más grandes empresas de seguridad privada de España, concretamente en un pequeño pero importante departamento con menos de 30 empleados que se dedicaba realizar exactamente lo mismo que los demás vigilantes, pero en pequeños tramos de tiempo para cada cliente y moviéndose de uno a otro con coche durante el turno de trabajo.

Tan importante era este departamento para la empresa (es decír: tanta pasta daba) que la dirección insistía en que pasase de ser algo casi anecdótico a la principal actividad de la empresa, y para ello organizaron un gran curso de formación en para directivos. Como el curso incluía prácticas, uno de las «clases» consistía en meter en cada uno de los coches durante una noche a uno de ellos para que nos viera trabajar.

Para el primer curso se trajeron a peces gordos de todo el mundo, la jefa de compras a nivel nacional, la jefa de personal de Suecia, delegados provinciales de toda España, altos directivos que querían ver en persona como funcionaba todo y algunas personas más que ni siquiera sabía quienes eran. A todos ellos les dieron un uniforme igual que el nuestro, por lo que un día al llegar a la oficina nos encontramos a nuestros cuatro jefes y «30 compañeros nuevos completamente desconocidos«.

Según entrábamos nos fueron presentando y nos explicaron que esa noche nos los teníamos que llevar un rato y enseñarles como trabajábamos. Mientras esperábamos la hora de inicio se fue tramando la tragedia poco a poco. Un nuevo compañero, que era de Brasíl y era negro, se puso a charlar con el presidente de la empresa, que casualmente, era bastante bajito para hoy en día. Hay que decir que por su edad no se notaba demasiado su poca estatura, pero para lo que se ve hoy en día era llamativo.

Uno de mis jefes empezó a alabar en voz alta nuestras virtudes, ya que se supone que nuestro trabajo era algo realmente complicado que sólo unos pocos podíamos hacer. Lo cierto es que era algo sencillo, pero como hay un porcentaje de vigilantes que son bastante «lentitos», es cierto que sólo unos pocos podíamos hacerlo. Durante todo el discurso no paró de repetir que eramos unos grandes profesionales y etc.

Simultaneamente se movieron hacia la máquina de café dos elementos claves de esta historia, el nuevo compañero (de Brasil, negro) y el director de la empresa, vestido como nosotros y «no demasiado alto».

En el preciso momento en el que nuestro jefe terminó la frase en la que explicaba lo buen trabajadores y profesionales que (supuestamente) eramos, entró por la puerta el último en llegar ese día, un «apañero» cuyo mote era «El Abuelo», de unos 50 y tantos, alto, fuerte, con un gran vozarrón y la nariz roja como un pimiento, suponemos que debido a sus «hábitos alimenticios»…

Entró por la puerta, sin percatarse de lo que estaba pasando, y se encontró con los dos junto a la máquina de café. Uno era negro, el otro bajito, ambos con uniforme; no reconocío a ninguno de los dos. Los miró, sonrío, se giró hacía los demás y con su tremendo vozarrón dijo:

«¡JODER CON ESTA EMPRESA! ¿DÓNDE COÑO VAMOS A LLEGAR? ¿ES QUE AHORA SÓLO CONTRATAMOS A NEGROS Y ENANOS?»

Y esperó para ver nuestra reacción…

Cuando vio nuestras caras se le fue la sonrisa de golpe, el ambiente se podía cortar con un cuchillo. Había un silencio sepulcral que duró varios segundos. Nadie fue capaz de decir nada durante varios segundos, todas las personas que estaban charlando se callaron de golpe y se quedaron estupefactos.

Alguien logró articular algunas palabras y poco a poco la gente volvió a lo suyo para disimular, al principio en voz baja. Pasados 10 segundos la situación ya parecía normal.

Nadie fue capaz de reirse, al menos dentro de la oficina…

Días más tarde, cuando «cotejábamos» la anécdota para ver como la habíamos vivido todos, descubrí algunas cosas interesantes.

Un de mis jefes confesó que, pese aguantar el tipo como el mejor, una voz interior empezó a gritarle: «¡Echaté debajo de la mesa!» ya que estaba a punto de partirse de risa.

Otro, que tuvo la suerte de estar junto a la puerta, salió disimuladamente, se metió en uno de los coches, subió las ventanillas, arrancó, puso el aire acondicionado, se colocó la cazadora por encima de la cabeza y luego se pasó 30 minutos descojonándose…

Curiosamente, todos los apañeros, incluso los que no habían estado allí ese día, recordaban la anécdota perfectamente…